En el nuevo sillón me cuelgan los pies

La vida va pasando. Y sigue habiendo días buenos. Y días malos. Y hay días que son normales. Se sigue agradeciendo sonreir. Se sigue agradeciendo reir. Y las sorpresas. Y los detalles. Soy un mero atisbo de lo que un día fui. Mantengo la esencia tal vez, no sé, en un sobaco. Aquella vida que hace años parecía irseme de las manos, creo que finalmente se fue. Y no, no toco el tambor. Ni aprenderé alemán. Ni consigo alcanzar el placer en forma de hábito de lectura. Sigo viendo a diario lo mal que se hacen las cosas. Y a veces me paro a pensar en cosas tristes. No creo que me hubiera beneficiado hacer la mili. No creo que me hubiera beneficiado embrutecerme. Creo que sigue faltando bondad. Delicadeza. Falta delicadeza. Faltan cosas bonitas. O justas. O normales. ... Fin.

Aunque parezca mentira me siguen colgando. Ya no sé si en un sillón que seis pequeños leones han adornado a su gusto... o si en un desfiladero con vistas al infinito. Un vacío bajo mis pies tal vez con un riachuelo en el que se despeñan pequeñas piedrecitas como en las pelis. Y tal vez haga aire y mis pelos se meneen hacia arriba y hacia abajo metiéndoseme por la boca. Y no se escuche nada. Qué penica...

No me sé el nombre de los cabezudos pero sé que no van mal de mala ostia...
Aunque claro, imagino que peores torres habrán caído...
¿Qué sentido tiene meterse en la boca del lobo sin una buena piedra o unas buenas zapatillas?
Ninguno.
Una sabia decisión cogerse el autobus... ¿Tendrá solución mi cabeza?
Y qué más................

Siempre termino con los cordoncitos de los pantalones cortos de deporte asomando sólo por uno de los dos agujeros. Supongo que será una de mis taras. Otra podría ser que pierdo bastantes calcetines. Acostumbro a quitármelos y metérmelos entre los dedos o me los ato en los empeines.
Pongo mucho interés pero tampoco se me da muy allá atarme las zapatillas... siempre me hago la lazada en el interior del pie y, en realidad, ni laza, ni ata ni queda demasiado bonito...
¿Y habrá que pagar la cuenta del incendio?
¿9 grados menos? No tiene sentido.
¿Tirarse de cabeza en la pasión y arriesgarse a sufrir y a ser feliz?
Queda un cigarro mojado.
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Letras y letras y zarandajas en forma de palabras... mediocres intentos aspirantes a llenar ese silencio que me paraliza cuando no encuentro canciones que me llenen de esperanza...

Y ahora no vengas jodiendo, tronco.
¿Y por qué dices eso?
Pues porque te veo y te conozco, joder.
Ya.
¿Pero qué se supone que quieres?
Y yo que sé...
Menuda puta mierda de respuesta... da la sensación de que no te vale ni el blanco ni el negro... ¿Aún no te has dado cuenta de que esto pasa demasiado rápido? Eres un necio... recarga, recarga...
Cállate.
Que te follen.
Que te follen a ti.
No, que te follen a ti, tronco.
...
!!!!!!!!!!

Madre mía madre mía... qué bien se está aqui... si sólo faltan los cervatillos brincando...
:) !!!!

Me paso la vida echando la vista atrás. Mirando al suelo y echando la vista atrás.
No puedo estar más así. Tan pronto eufórico. Tan pronto derrumbado. Tan pronto de payaso. Tan pronto de guiñapo. Con el silencio de una estación de metro extranjera a las dos de la mañana a mis pies. Con una ciudad pintada a mi alrededor. Metiendo la pata cada dos por tres. Colgado. Y tanto que un Loser...
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