<$BlogRSDURL$>

martes, enero 18, 2005

Semáforo en verde. Rojo para ti. Cruzo mirándote aunque tú no te das cuenta. Aparto la mirada y te vuelvo a mirar. A la tercera te das por aludida. Eres muy guapa y deberías ponerte el cinturón. Miro una vez más, de esa forma que todo lo evidencia mientras mi cuerpo sigue en dirección contraria. Me andas mirando. Estoy al otro lado y el semáforo marca verde, esta vez para ti. No das tiempo a que te piten y arrancas. Pierdo tu cara con la ventanilla y a tu coche tras un enorme autobús a unos cien metros de distancia. Nunca más te volveré a ver.
Y ahora voy contigo... ¿Y esto a qué viene? ¿Esta canción? Puedes venir y meterte en mi cuerpo a través del agujero que me has provocado en el pecho. Pienso que cabes sin esforzarte... puede que incluso entren 2 medias personas o cuatro piernas, dos cabezas y 4 hombros... bueno, que veo que te emocionas. Andaste cerca pero el puñal pasó cerquita, lo esquivé... o eso o me dió de lleno en el marcapasos salvándome la vida de paso... no juegues conmigo. Tampoco con mi corazón... es algo más que un reloj. Ok... ya no lo haces... pues no mandes canciones de tu parte, ni perfumes en otras cabelleras, ni vistazos de otros ojos. No, ya no lo hagas.
Es tarde. Aún recuerdo cuando esperaba que llamaras como un jodido imbécil. La tele apagada. Palpitaciones con cada ring. De aquel entonces proviene la manía que le tengo a muchas personas que sí llamaban... incluso a anónimos equivocados. Una vez insulté a uno de ellos, "¡Serás incompetente! ¡Marca bien, cojones!". Pobre. Presentimientos y esperanzas al suelo. Al final no llamaste y ahora me alegro.
Me marcho. Que te vaya bonito, "linda chica del cruce de peatones".

This page is powered by Blogger. Isn't yours?