<$BlogRSDURL$>

lunes, febrero 21, 2005

Estabamos jodidos y supongo que nos confraternizamos creyéndonos todas las mentiras que nos fuimos contando poco a poco. Mucho a mucho. Recuerdo que eran tiempos en los que vislumbraba tempestad y yo hablaba por codos, manos e incluso labios. Tu asentías algunas veces y reías la mayoría. Era muy divertido. O puede que nos engañaramos presumiéndonos divertidos. Supongo que hay que decir "no" unas cuantas veces en la vida y "sí" unas pocas también. La clave está en ir dando el "sí" a las cosas que benefician a tu alma y "no" a las que no la benefician. Y ahora debería decir aquello de que lo jodido es acertar pero he ahí mi jodida amargura: sé cuan me benefician ciertas cosas y cuanto de poco esas mismas cosas. Porque todo es a fin de cuentas una prostituta que se muerde la cola. Perdón, quería decir "puta". Y "acertar o no acertar" no es la cuestión. Es hacer o no hacer. Tener cojones. La vida no es una fabulilla pequeños farsantes. La vida es como un pequeño simulacro (más) tragico (que) cómico en el que vamos inventándonos ocupaciones para entretenernos o, mas bien, ir follándonos los unos a los otros... con o sin consentimiento, con o sin gustirrinin. Punto y aparte.
Mala vida. Otra vez esta cara de gilipollas en la media noche. Y pensar que la hubiera jurado para siempre perdida. "Sí, señor, la última vez que vi su rastro fue en aquella noche de mar y niebla".
Y ahora podría decir "que te follen".
Porque por ti he dado la puta vida.
Y me entra la risa si esperas unas disculpas.
Y ni me quiero volver a enamorar ni quiero pillar mi jodido Tsunami. Ni quiero tener hijos ni luchar por imposibles. Ni quiero participar en guerras que no me pertenecen. Esta noche no.
Me canso ya.
De peliculas. De ese ruido cada dos segundos que me atraviesa el alma. De rostros cabizbajos.
¿Y qué hay con mis sentimientos?
Sólo quiero conducir por una carretera donde no encontrarme con ningún coche. Y que sea esta misma noche. Lento y rápido según me pinte. Llorando por todo lo que se queda atrás. Encendiendo la radio y apagándola cuando yo quiera. Haciendo reventar a mi corazón. Tirarlo por la ventanilla. No mirarlo por los retrovisores. Darle las gracias. Llorar por él. Por mí.
Mañana amanecerá y volveremos a la vida normal. Donde todo seguirá su curso y el miercoles es el día del espectador. Donde medio mundo dice sí y el otro no. Donde alguien se machaca su querida cabeza hasta sangrar y no es el único loco que le sigue el rollo.
Esto es un rollo.
Y si no estuvieras me moriría.
Gitana mía.
¿Y qué? Si aqui dentro no hay nada qué importa lo demás. Qué importa el dinero, qué importa el trabajo. Y qué importa que alguien diga que el peso del alma son 21 gramos. Y qué importan las felicitaciones. Qué importan los abrazos fingidos. Qué importa el convencer a los demás y el autoconvenciemiento si es fingido.
Internet me aburre y hace 5 años me fascinaba. Qué bella escena aquella. Mi padre, mi madre, mis hermanos y el señor "instalador". Mi abuelo estaría en su casa y Winona Ryder dudo que recibiera tanta admiración de unos ojos extraños.
"Mi coronel"... dan ganas de llorar. Y sí, estoy llorando porque bueno, nada de esto me lo explicaste.
Me ahogo.
Me decías: "qué mala ostia tienes jodido". Mañana iré a verte. La cuestión es que no sé a dónde ir.
Y tú, gitana mía, dices que hago pucheros cuando lloro. Lágrimas, pucheros y mocos por todas partes, ¿No es maravilloso?
¿Y qué hago aqui agonizando pudiendome ir a dormir?
Bah.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?